el retorno de los cuerpos aburridos A diferencia de la educación inicial, primaria y secundaria, las universidades estiraron la virtualidad dos años enteros. Las camadas más chicas casi no pisaron las aulas ni los pasillos ni los bares. Dos consecuencias fueron novedosas: los aburridos dejaron de ser únicamente los alumnos y ahora se sumaron los docentes. Y la distancia física tornó más difícil el levante y los amoríos. ¿Cómo será el reencuentro entre esos cuerpos abúlicos y deserotizados por exceso de virtualidad?